tag:blogger.com,1999:blog-3762673718607985137.post4158582470671632969..comments2023-09-03T14:09:05.722+02:00Comments on bien <i>de</i> verdad: Ideas para una teoría de la Justicia, II: Diversidad de concepciones de lo bueno, tolerancia y diálogoJuan Antonio Negretehttp://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-3762673718607985137.post-1495536131267262932014-01-26T20:32:10.099+01:002014-01-26T20:32:10.099+01:00Estimado Juan Antonio:
Contesto escuetamente para...Estimado Juan Antonio:<br /><br />Contesto escuetamente para que no sigamos reiterando cuestiones que ya hemos discutido.<br />El concepto de "imparcialidad" se utiliza precisamente para tratar de salvar el vacío que para ti es insuperable entre los intereses individuales y los sociales. Para mi es una noción válida y muy útil.<br />Difiero en que esto incurra en algún tipo de falacia. Creo que lo que pasa es que tu piensas diferente al respecto.<br />No te desanimo para nada respecto a que quieras construir tu noción de justicia, de la manera en que lo haces, al contrario, quisiera que lo pudieras desarrollar lo mejor posible y me parece un enfoque interesante.<br />Con aprecio: Ronald.<br />Ronald Martínez Rodríguezhttps://www.blogger.com/profile/01849744463756743800noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3762673718607985137.post-56649629754049423522014-01-22T18:01:08.645+01:002014-01-22T18:01:08.645+01:00Estimado Ronald, sigo y acabo:
Mi “especialidad” ...Estimado Ronald, sigo y acabo:<br /><br />Mi “especialidad” –como decía el chiste- es el Todo, por eso me siento más a gusto cuando abordo así las cosas. ¿Qué podemos constatar a ese nivel de análisis? A ese nivel, la distinción entre Sujeto y Sociedad no está ya tan claro: un sujeto solo tiene que ser lógicamente capaz de contener toda la discusión. Aquí sigo a Platón: filosofar es dialogar con uno mismo (y solo con los demás en la medida en que todos los seres racionales formamos, de alguna manera, un sujeto, aunque con más diversidad interna o “esquizofrenia”, lo que implica que el acuerdo sea más difícil). Platón construyó la Polis como un modelo en grande de la Psique. Al final, el hombre oligárquico es como la sociedad oligárquica, etc. En este sentido, Platón en cierto modo abordó el problema como tú propones (socialmente) por su mayor comodidad. En el polo opuesto están autores como Kant, que separan excesivamente lo individual y lo social, creo yo. Mi propuesta es, en cierto modo, mixta, o sintética, puesto que aborda la cuestión como el problema de cómo sintetizar la particularidad de los sujetos con la universalidad que también reside en ellos, y de un concepto de perfeccionamiento universal (pero no imponible coactivamente) según el cuál tendemos a la mayor unificación y armonía de lo múltiple y la eliminación de las diferencias conflictivas. ¿Se puede deducir de aquí algo interesante? No lo sé.<br />Te dejo, rogándote una vez más que disculpes mi posible mala intelección de tu propuesta.<br />Un cordial saludo<br />Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3762673718607985137.post-39094784000849478002014-01-22T17:59:44.972+01:002014-01-22T17:59:44.972+01:00Querido amigo Ronald,
muchas gracias por tu intere...Querido amigo Ronald,<br />muchas gracias por tu interesantísimo comentario, que apunta a varias deficiencias o posibles deficiencias de mi artículo. Te ofrezco mi opinión, aunque no estoy completamente seguro de estarte interpretando siempre bien, así que te pido que me disculpes si es así y me lo corrijas.<br /><br />La primera pega que haces, que abarco mucho (y, por tanto, aprieto poco) es correcta. Mi única disculpa es que aquí no pretendo exponer estas cosas pormenorizadamente, ni siquiera medio-pormenorizadamente, sino que lo concibo como una especie de índice de problemas que me gustaría tratar si cometiera la locura de escribir algo así como Una teoría de la Justicia. Entiendo, pues, que resulte claramente insuficiente e incluso ininteligible a veces.<br /><br />Más interesante me resulta discutir (porque es menos obviamente cierto) lo que dices a continuación y en general, es decir, que crees preferible abordar el problema de la Justicia desde el nivel de la Moralidad Social, en lugar desde un nivel ético-filosófico más abstracto. Precisamente estoy leyendo The idea of Justice, de Amartya Sen, y él también hace una crítica a los planteamientos "insitucional-trascendentales" como los llama (Kant, Rawls, etc) por ser tanto indeterminados como innecesarios para solucionar problemas "reales" de justicia. <br />Yo, en esto, no estoy completamente de acuerdo. Acepto que ese nivel de análisis (el tuyo, o el de Sen por su parte) son muy interesantes, pero no creo que sean suficientes para solucionar todo el problema de la Justicia, sobre todo en su aspecto más fundamental. Centrándome en tu interesante análisis (del que he leído buena parte ya), creo que el diálogo "práctico e imparcial" no puede soportarse en algún concepto de Sociedad realmente existente, porque eso incurriría en lo que yo creo que es una falacia: que un consenso contingente social, por dialogado que sea, tiene importe normativo(es decir, es una de las maneras, a mi juicio, de la llamada falacia naturalista). Quizás no te he entendido, y aquí es donde principalmente te pido que me lo disculpes. Creo que el concepto de justicia tiene un lugar más fundamental y puro, aunque desde luego menos inmediato a su aplicación pragmática, en planteamientos completamente trascendentales, como el de Kant, Rawls o Habermas: algo a priori no puede ser consensuado, sino que rige a priori. Si esto no motiva a algunos, el problema es de la irracionalidad de estos sujetos, no de la Teoría. Lo que no quiere decir que cada una de esas teorías no pueda estar equivocada, sino solo que no puede discutirse apelando a un mero diálogo "imparcial", porque la noción de imparcial (como la de consenso) pretende a la vez tener un importe completamente normativo o trascendental sin dejar de ser fáctica o naturalizable (lo que, para mí, repito, sería “estar en misa y repicando”).<br />Por tanto, pienso que ambos niveles de análisis son interesantes y necesarios: el nivel complejo que tú abordas (con la sociedad ya existiendo con diversas características) permite abordar problemas prácticos más directamente, pero el precio que paga es que puede ser cuestionado en sus fundamentos. El nivel más abstracto o fundamental, por el contrario, pretende fundar incontrovertiblemente la justicia para un ser racional, independientemente de las contingencias de los sujetos, y paga el precio de ser solo muy indirectamente eficaz.<br /><br />(sigo en el siguiente comentario)<br />Juan Antonio Negretehttps://www.blogger.com/profile/03818931980413759742noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3762673718607985137.post-49131571117648295902014-01-20T18:43:15.985+01:002014-01-20T18:43:15.985+01:00Hola Juan Antonio.
El siguiente comentario lo hag...Hola Juan Antonio.<br /><br />El siguiente comentario lo hago con el espíritu de diálogo al que nos estás invitando y siempre reconociendo que, aunque existiera la verdad sobre estas cuestiones, siempre será cuestión abierta a debate.<br />Se ve que tienes una gran habilidad como filósofo y que conoces mucho de estos temas, no obstante, tal vez estás abarcando mucho de un sólo jalón y ello dificulta el acuerdo. Como te había comentado siento difícil poder resolver el problema de la justicia en su nivel más amplio, esto es, considerando la moral individual y la colectiva, y pienso que deberíamos concentrarnos en lo que se ha dado en llamar la moralidad social, muy emparentada con la moralidad política, y es sobre estos puntos sobre los que me voy a concentrar por ser mi supuesta "especialidad".<br />Comenzando al estilo de Rawls, una pluralidad de concepciones del bien pueden ir encontrando, a través de un equilibrio reflexivo, un conjunto de principios que permitan una vida en común que construye el liberalismo político. Como tú, no creo que con ello Rawls resuelva el asunto puesto que queda en el aire de qué grado podría ser ese acuerdo: si lo lees con cuidado verás que él elimina de inmediato los problemas relativos a las grandes desigualdades de riqueza, o las grandes diferencias de opinión, esto es, su constructivismo político finalmente se basa en acuerdos que puedan ser resueltos en la práctica y no se den en una sociedad muy desigual. Por ello, la solución no es satisfactoria. Además existen otras críticas como la de Dworkin, que sugieren que el método de Rawls está contaminado, y deberíamos interpretarlo de forma muy diferente.<br />Mi concepto de razonable es más abierto a la discusión dialógica, y en eso coincidimos. Debemos enfrentar nuestros desacuerdos con seriedad y no simplemente hacerlos a un lado. Creo que sí se puede ordenar un diálogo fructífero que ayude a resolver los problemas principales de la justicia social, tal vez no completamente, pero sí en un cierto grado suficiente para enfrentar los problemas reales.<br />La moralidad política recurre a la coerción y por ello no es una solución válida, excepto en las materias en que se esté muy cerca del consenso, o dicho consenso se pueda construir, ésta es de hecho una crítica a la misma democracia.Idealmente, y dedicando suficiente tiempo a las diversas materias, dicho consenso se puede construir poco a poco pero eso ya es tema de casi una profecía sociopolítica, que no puedo respaldar del todo (ya eso dependería de si crees o no en un progreso moral).<br />Por supuesto que mis ideas todavía están lejos de resolver la cuestión, si es que ello es posible, mi hipótesis es que sí, y por ello sigo insistiendo con mi teoría de la justicia social. En suma, y siendo muy esquemático, lo que se requiere es de un diálogo práctico e imparcial, que ayude a construir nuestra moralidad social: nuestras teorías filosóficas de la justicia social son un punto de partida para dicho diálogo pero no lo sustituyen, por ejemplo, yo estoy en desacuerdo con mucho de lo que dice Dworkin en su Justicia para Erizos, y ello es en cierta forma desconsolador porque se supone que él fue un gran filósofo que sabía mucho de estas cosas, sin embargo, todas estas teorías de la justicia deben tomarse como propuestas para el diálogo y limpiarse de lo que dependa de opiniones personales contaminadas, como sería en el caso de Dworkin, un puritanismo poco disimulado que ve en el esfuerzo, el logro y el trabajo la base de todo bien (mientras que yo pienso que hay estilos de vida que nada tienen que ver con eso y son igualmente valiosos).<br />Bueno, espero que esta pequeña reflexión sirva para algo. Yo la voy a guardar en un archivo aparte a ver si da mayores frutos. <br />Atte: Ronald Martínez.Ronald Martínez Rodríguezhttps://www.blogger.com/profile/01849744463756743800noreply@blogger.com